El mindfulness, que en el español se le podría decir “consciencia plena”; se refiere a la capacidad humana de lograr encontrarse en el presente, lo que quiere decir, vivir el aquí y ahora sin distraerse en el pasado o futuro.
Ya que últimamente se escucha mucho esta palabra, para poder entenderla de la mejor forma, decidimos consultar a la psicóloga Cynthia César de la Cruz, para encaminarnos y ayudarnos con esta técnica y saber cómo realizarla.
El “mindfulness” es una meditación originaria de la cultura oriental (budismo zen), como ya hemos mencionado, esta meditación se enfoca en la conciencia plena, centrándonos en el momento, aceptando nuestras emociones tal cual llegan sin evitarlas. Logrando enfrentar una situación que no se puede modificar sino aceptar.
¿Cómo lograr esta técnica?
Se ha observado que las personas que practican mindfulness con regularidad son menos propensas a padecer de depresión, ansiedad y estrés porque aprenden a manejar sus conflictos de manera más eficaz. Además desarrollan y mantienen relaciones más sólidas, ya que sienten emociones positivas y son capaces de obtener placer mediante las actividades cotidianas e incluso su salud física se beneficia.
Debemos considerar que generalmente, cuando estamos “conscientes de nuestros problemas”, los repetimos de manera continua, dándoles muchas vueltas innecesarias. Generalmente nuestro pensamiento trabaja de manera desorganizada, involucrando emociones y/o sensaciones que desencadenan una serie de reacciones en nuestro cuerpo que impactan en la calidad de vida de cada uno de nosotros diariamente, por lo que enfocarnos en los problemas no es la opción. La solución debe ser nuestro objetivo.
Piensa distinto
NO pensemos en nuestros problemas. Siempre buscamos diferentes formas para “tratar de no pensar”, sin embargo no siempre son las más adecuadas y adaptativas. Por ejemplo, el exceso de trabajo, las adicciones, comer por ansiedad, comprar cosas para comprar, ver televisión sin descanso, etc., son una de ellas.
El mindfulness es una clase inequívocamente diferente de conciencia. No juzga, no formula juicios valorativos, y es compasiva, por más que el momento presente sea estresante y difícil. Practicar el mindfulness nos enseña a reconocer los patrones dañinos de pensamiento y a reaccionar ante ellos.
Al situarnos en el momento presente, dejando de lado el pasado (depresión), sin perseguir el futuro (ansiedad), lograremos disfrutar de aquello que tenemos seguro en nuestras manos. Una taza de té, una conversación con un buen amigo, un momento a gusto con nuestra mascota o bien solo un momento leyendo el libro, respirando lentamente, sin nada más que ese momento. Eso nos enseña el mindfulness, una cosa a la vez.
«Los pacientes que he tenido en consulta me comentan algunas cosas que desde que lo realizan disfrutan mucho más cada chocolate que se comen. En cada actividad están más presentes», comentó la psicóloga Cynthia.
Al principio de la práctica no es tan fácil comenzar a adentrarse en el mindfulness, ya que estamos muy acostumbrados a ser multitareas y queremos que el ejercicio acabe para comenzar a hacer otra cosa. En caso de que te ocurra, solo practica; la perseverancia es clave para realizar lo que sea de manera exitosa.
Es recomendable buscar en internet audios para comenzar a practicar el mindfulness. Sin embargo, trabaja al inicio con audios cortos para no desesperar y evita temáticas con temas psicológicos complejos si no estás en terapia.
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